La puesta en escena de los personajes se adapta al contexto en el que se encuentra la película, ya que por la guerra algunos actúan un poco deprimentes o con un tono emocional triste.
La ambientación de la película predomina el caos, además de mucho tráfico causado por el translado de familias por el malestar, además del predominio de la violencia, por ejemplo, cuando disparan al coche de los presidentes.
La iluminación varía dependiendo de la escena, pero habitualmente suele ser una luz natural causada en la calle, pero en escenas hay una iluminación oscura, por ejemplo, cuando van a pedir el arma, para dar más tenebrismo a la secuencia, o incluso para provocar un tono maleante de la película.
Los colores predominantes en la película solía ser el negro en la vestimenta y en los lugares o fachadas de edificios el blanco.
El trabajo de las cámaras en esta película es primordial, ya que usan zooms en oportunidades que lo merecen, y un gran uso del travelling para perseguir coches o acciones en movimiento. Sin estas utilizaciones, la película, en varias escenas, perdería su atención.
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